Tendría que haber sido el mejor partido del año entre los dos mejores equipos del mundo y no lo fue, tendría que haber sido un partido de goles y no lo fue, tendría que haber sido un partido de espectáculo y no lo fue…Los culpables? la tacañería de Mourinho, el no saber controlar el partido de Muñiz, la tensión entre los equipos, la poca importancia del encuentro y sobretodo el estado del césped.
Mourinho sabía perfectamente la que le podía caer encima y por esta razón ideó un centro del campo con un trívote claramente destructor formado por Xabi Alonso, Pepe y Khedira. A partir de aquí, el Madrid solo supo destruir. Pepe cortaba todas las acciones de ataque azulgranas, pero el balón les duraba muy poco, porque sin Özil en la creación, los defensas blancos intentaban un pase largo para que Benzema o Cristiano se buscasen la vida. Además, el entrenador portugués mandó dejar el césped alto y sin regar para que el Barça no pudiera jugar tan fluido como habitualmente.
Xavi, Messi e Iniesta se encontraron muy incómodos durante todo el partido, ya que el Madrid consiguió juntar mucho las líneas y de esta forma reducir los huecos que normalmente utilizan las jugones del Barça. De todas formas, estaba claro que el Real Madrid no podía aguantar todo el partido sin ningún error, y pese a que Pepe estuvo impecable los 90 minutos, los desajustes de la defensa blanca fueron aprovechados por Villa y Messi que dispusieron de clarísimas oportunidades para anotar. Aunque fue quien provocó el penalti, cabe recordar que David Villa lleva demasiadas ocasiones falladas y que debe espabilar ahora que llegan los momentos clave. Una lástima que Bojan esté lesionado.
Por su parte, el Real también tuvo sus oportunidades durante la primera mitad con varios tiros de falta de Ronaldo, que estuvo otra vez desaparecido en un partido importante, y algunas llegadas de Di María. Pero la entrada de Mesut Özil fue la que revolucionó el encuentro en el segundo tiempo. Está claro que el alemán es el mejor jugador de los blancos y que él solo se cargó el equipo a sus espaldas para conseguir el empate. Pep se equivocó cuando rechazó al alemán cuando ya estaba todo apalabrado entre Barça y Werder Bremen.
En referencia al árbitro, creo que todos los equipos, tienen que centrarse en ganar aunque el árbitro tenga un mal día y los perjudique. Los colegiados son personas, a veces tienen fallos y otras veces no, es imposible acertar en todas las decisiones y más en un partido de esta tensión. Muy bien Guardiola en la rueda de prensa sin discutir nada a Muñiz y muy mal Mourinho que volvió a quejarse de los errores arbitrales. Basta ya de las quejas generalizadas a los arbitrajes en España. Además, equipos como Barça y Madrid que tienen un presupuesto tan alto, tienen que ganar siempre sin problemas y sin preocuparse por los árbitros.
Mención aparte merece el hecho de que Pepe acabara el partido sin ver ninguna tarjeta pese a las múltiples faltas que hizo. Esperemos que Undiano sepa controlar mejor las entradas del portugués. De todas formas, gran partido de Pepe.
Partido muy tosco, duro, con demasiados nervios y poco futbol, pero estuvo bien como aperitivo para la final de Copa del próximo miércoles en Mestalla.
Eurogoal 